
Película dramón en la que un Will Smith nos quiere dar pena ( y de paso que le nominen al Oscar) y la que consigue es que resulta muy pesada debido al escaso ritmo del film y a sus dos horas de duración. Empezando con una llamada al 112 informando que se va a suicidar, recurre al "flashback" para que entendamos por que quiere realizar dicha acción, contando una historia lenta, aburrida, hasta que en los minutos finales entiendes el por que de dicho cometido. Dicha película, a un ritmo normal se haría perfectamente en 80 minutos y sería igual de drama, pero la velocidad de la acción reduce mucho el interés de la misma. Verla a partir de las once de la noche, puede ser peligroso para no verla acabar. Puntuación (sobre 10): 2
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